Trois Mers - Tres Mares
tres "Mediterráneo Mundo"  se cruzan


Mar Mediterráneo, Mar Caribe, Mar de China son cada una zonas de interacción y de intercambio entre los pueblos
y entre los países que los componen.
A nivel mundial, sus historias se cruzan. Los barcos navegando esos mares interiores pasando de un mar a otro,
permitiendo los cruces de pueblos y de culturas.
Cuba, en el corazón del Mar del Caribe y del Golfo de México es el símbolo de la reunión de los Tres Mares. De
Cristóbal Colón a la época colonial, los Mediterráneos de la Mare Nostrum se impregnaron de la cultura cubana
de origen. La inmigración china en Cuba es antigua y su presencia es muy visible en La Habana.
Wilfredo Lam, el creador de la Bienal de la Habana, invoca sus origines chino y la latinidad de su larga estancia
en España, Francia e Italia.
A su regreso a Cuba, declara: «La única cosa que, por cierto, me quedaba en ese momento era mi antiguo deseo deintegrar en mi pintura toda la transculturación que tuvo lugar en Cuba entre los aborígenes, españoles, africanos,
chinos, inmigrantes franceses, piratas y todos los elementos que formaron el Caribe. Y yo reclamo para mí todo
ese pasado «.
Aconcha franco-cubana. De origen chino-africano. Ha instalado su taller de artes plásticas en el sur de Francia,
no lejos del Mediterráneo, ese puente entre la Europa y África, donde ella también es el resultado.
Hemos elegido colocar este Proyecto artístico compartido franco-cubano bajo los auspicios de intercambios
de gran alcance, del símbolo de los tres Mares que son también las Madres de civilizaciones que el tiempo ha
mestizado durante siglos.
La Habana y su puerto abierto al mundo, serán el crisol y la primera parada.

 

- El programa
El evento es organizado en torno a tres fases principales y una voluntad :
de asociar no sólo a artistas franceses y artistas cubanos, sino también a niños y a personas con discapacidades.
El arte es la expresión de todos, el despertar y la terapia.

 

Nuestros dos artistas impulsores de este evento, practican desde años talleres en las escuelas y en medios
de handicap. Por lo general en margen, niños y jóvenes con discapacidad serán aquí los «padrinos» creadores
confirmados. El intercambio artístico es también aquí un proyecto compartido humanitario.

 


En el Off de la Bienal de La Habana 2015, del 22 de mayo al 22 de junio 2015
- 1 Instalación de un Vestido Vivido y de velas pintadas, lugar a determinar
- 2 Una evocación de las Tros Mers / Tres Mares en la casa de Victor Hugo

1) – Una exposición de velas pintadas
Quarante lonas  mitad en La Habana, y la otra mitad en Francia, constituirán una instalación artística
franco-cubana
Representando las velas de barcos circulando a través del mundo.
Los artistas (niños, personas con discapacidad, artistas plásticos) se
expresarán sobre el tema de los tres mares escogiendo la simbólica Marítima, de uno de esos mares, sus
cruces.

 

Tiempo 1 :
Esta exposición será presentada en relación con el puerto de La Habana en la casa Victor hugo :

Tiempo 2:
Esta exposición viajará a Francia y será propuesta a los comités locales de Cuba Cooperación Francia.


2) - Los Tres Mares en la Casa Víctor Hugo
Símbolo de la cooperación cultural franco-cubana, fruto del resultado de la voluntad del Historiador de La
Habana Vieja y Cuba Cooperación Francia, internacionalista como fue Victor Hugo, la casa Victor Hugo acogerá eventos en torno al concepto de los Tres Mares.
El testimonio de la creación «Vestido vivido», representan los tres mares, acompañado de pequeñas muñecas,
objetos simbólicos…etc creados por los niños y las personas con discapacidad. Una serie de audiovisuales y
paneles explicaran el enfoque del intercambio internacional entre estas tres regiones. Ellos testimoniaran del
trabajo de todos los interesados en este proyecto.
Encuentro / conferencia propondrán reflexiones y debates sobre la geopolítica de la interacción de los 3 Mares
y presentará la vitalidad del arte contemporáneo en estas tres regiones del mundo.
Participantes :
- Toni Piñera
- Philippe Mano
- Un representante de Cuba Cooperación Francia
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Curadores de las exposiciones, Creadoras de las obras plásticas Trois Mers / Tres Mares, talleres de animación :

Toni Piñera crítico de Artes

Lisa del Prado, Casa Victor Hugo

Aconcha, Agnès Le Gouze, Philippe Mano
Concepción del Programa «3 Mediterráneas Mundo»
Philippe Mano (operador cultural, escritor, periodista)

Producción y Gerente General :
Philippe Mano

Produccion vidéo :

Marc Delabie

Comunicación, site internet :
Agencia Gris Souris

Interventor :
Toni Piñera crítico de Artes
Nathalie Jacques, artista plástica y terapeuta



Texte Toni Pinera por "3mers, 3mares" :

ARTE, MAR MEDIANTE

Tres mares. En el momento en que la palabra cruza por nuestra mente, pensamos en la inmensidad, en lo azul, la profundidad y sus misterios, en la lejanía, no existe en el vocabulario humano algo que caracterice más la distancia que el mar… No es el medio ideal del hábitat del hombre, ese reino pertenece a otros seres que están “diseñados” para vivir y, por supuesto, respirar en él. También nos recuerda la transparencia, y la oscuridad. El silencio reina por esos lares, y, a pesar de que conforman la mayor parte de la tierra en que vivimos, los océanos son menos conocidos que lo externo del planeta. El hombre dedica muchos esfuerzos, recursos y tiempo en viajar por el cosmos, pero a lo más profundo y lejano del mar no ha podido llegar en muchos casos.

La agradable propuesta de los amigos franceses de la Asociación de Cooperación Cuba, de realizar una muestra con el título Tres mares, en la 12. Bienal de La Habana crea expectativas. Son muchas las aristas que ilumina la palabra, sus significados, sus propias realidades. Enfocar el tema es, pues, una ardua cruzada cuando se trata de arte. Además de todas estas consideraciones acerca del enorme azul que baña el planeta, se suman muchas otras. También depende de la forma en que lo miremos. El mar es, además, contradictorio. Puede ser un remanso de paz para aquellos que se acercan a su orilla y posan su vista en el horizonte. Contemplarlo desde esa dimensión es algo que todos los humanos anhelamos, mucho más si buscamos la quietud o un rincón donde pensar y recordar, cerca del sonido de las olas que van y vienen, acariciados por una brisa fresca. Pero, si nos alejamos de la orilla, sobre él, todo cambia. Allí se descubrirá su fuerza brutal, el azul es más intenso confundiéndose con el negro, el movimiento es continuo, el viento raya en tormenta cuando el mal tiempo aparece. No hay calma ni paz. Además de que en el pensamiento está el eterno misterio de lo que hay dentro de él. El mar guarda secretos, vida y también muerte. Es ¿lo desconocido?

Pero el mar, a pesar de todo, nos ha servido en el tiempo para comunicarnos con los hombres que en distintas regiones habitan la Tierra. Ha sido puente y medio para borrar las distancias, alcanzar metas, nos sirve de fuente de alimentación, nos ha hecho soñar, pensar, escribir, pintar… Este verbo nos enlaza con el propósito del gigante azul en la Bienal. Les presento a los Tres Mares: el Caribe, el de China y el Mediterráneo. Alejados unos de otros y con sus nombres precisos, porque el hombre acostumbra a nombrar todas las cosas, son uno solo al final. El está en continuo movimiento, está vivo, por suerte para todos. Y corre de un lugar a otro, sin parar. Sobre él se recorren distancias, se conectan puntos y hombres que en esos lugares viven. Ha sido así en el tiempo.  Hoy existen medios más rápidos, plenos de tecnología que cruzan los cielos para trasladarnos de un lugar a otro. Antes, fue el mar, cuando por tierra era imposible hacerlo. Y sigue estando ahí. Los tres mares dialogan con esas naciones cuyas costas están bañadas por ellos. A veces son continentes, más que países los que ellos riegan. Y dentro hay hombres, culturas, sentimientos, sueños, anhelos, tristezas, alegrías, ideas, formas, colores… que esculpen y dibujan maneras diferentes de hacer y de ver el mundo, en dependencia de la posición geográfica, de la forma en que este se mire, y viva, y sienta en cada espacio.

Una Bienal es un conglomerado de maneras de hacer, de obras que son producidas por algo singular que sale de lo más profundo del hombre. De esos seres humanos que pueden llegar de cualquier parte. Es la ocasión de alcanzar, desde un punto, todo aquello que vibra a nuestro alrededor en cualquier lugar del globo terráqueo. Pero hay signos comunes, hay instantes en que se repiten las formas, hay símbolos que denotan similitudes, espacios coincidentes… Y aparece el mar, y el hombre en él desde tiempos inmemoriales. Porque el hombre nunca ha estado estático en el punto que le tocó nacer. El ser humano ha caminado el mundo, y sobre el mar ha salvado las distancias. Esos mares son testigos mudos de tantas proezas, aventuras y sueños. De un lado a otro se ha trasladado, trayendo las culturas, mezclándose entre sí. Háblese de mezcla y aparecen otras nuevas palabras: amistad, amor, solidaridad, futuro, pero (olvidemos las guerras por hoy)… Llegan, nuevamente a la Bienal de La Habana, cargados de obras que son continentes, países, culturas, abrazos, arcoíris, sueños…, que se reúnen, como banderas cargadas de historias y vida, de pasado y presente, de amor y amistad, símbolos humedecidos por el mar, agua bendita al fin que nos toca a todos.

En este Caribe coinciden todos los mares en Bienal o sin ella. Ha sido así a través de los años, es zona de confluencias de todos los continentes. De todos ellos bebemos los cubanos. Es, pues, hermoso recibirlos ahora en forma de obras de arte que hablan de una historia común, que reúne en una sala de exposiciones los sueños y vivencias de hombres que llevan en su sangre los Tres Mares, y todo aquello que vibra dentro de sí. Por arte de Bienal y no de magia reaparecen reunidas las historias, contando desde las imágenes que portan las telas, una vida común desvelada en el tiempo. Mirar cada una de ellas en la muestra, es sentir cómo el viento recorre las estancias más íntimas de cada existencia; esa fuerte brisa del mar que nos movió de un lugar a otro empujando las velas de las embarcaciones, donde se fue grabando todo eso que vemos hoy, a fuerza de vida. No faltan imágenes que nos traen singulares expresiones y conjeturas, porque el mar nos ha hecho soñar. Ahí están las sirenas que viven en la imaginación de los hombres como algo extraño mitad pez-mitad mujer que yace en algún lugar del océano, y la lluvia que es parte del mar acumulado en las nubes, y llega como bendición para la vida del hombre. Otros descubren alegorías de las religiones que se acercaron a estas costas también por el mar, o distinguen rasgos de una lejana cultura, o enmascaran la verdadera existencia, o pintan la transparencia de lo profundo repleta de belleza y vida, o dibujan el mar con sus ola, playas de ensueño, o miran las siluetas de la ciudad desde el horizonte como lo ¿hacen los peces? O esa botella que traduce la idea de recorrer distancias portando una verdad o un recuerdo en forma de mensaje… El mar vuelve a traer sorpresas ARTISTICAS. Puede traducirse de forma abstracta o figurativa, naif o académica, con rasgos de las más variadas tendencias del arte… En ellas cruza y vibra la impronta del hombre, de su vasta existencia. Tres Mares simboliza ante todo un gesto de amistad, un solo ser humano, más allá de razas y colores, de pensamientos e ideas, marca el instante en que el hombre se mira como uno solo, teñido por esa diversidad que nos abriga. Somos de aquí y de allá. Artistas cubanos y franceses se abrazan. En ellos emergen trazos de variado origen: de asiáticos que llegaron al Caribe, de africanos que arrancaron de sus hogares en el lejano continente siglos atrás, de europeos emigrantes que buscaban nuevas tierras, de caribeños que volvieron a las raíces en el Viejo continente. Porque la vida resulta un incesante ir y venir por el mundo, una eterna estampa de migraciones que dejaron su impronta.

Y el mar, en su silencioso bregar, es testimonio de la epopeya humana, porque ha sido vehículo, receptáculo y espacio por el que el hombre ha “caminado” buscando y encontrando, el sitio ideal donde vivir y ser. Es la escenografía principal de una obra que se enriquece con el decursar de los siglos. Llevamos, pues, huellas de muchos lugares, es, hablando en la contemporaneidad, el ADN artístico que nos convoca e identifica, reunido hoy en una sala de exposiciones en forma de arte; rasgos comunes sumados en el tiempo, fusionando la vida, mar mediante.

 

TONI PIÑERA

Abril 2015